
Un clásico, lo sé.
Pero me parecía imposible escribir un blog dedicado al arte y que no apareciese
entre mis primeras entradas esta fantástica escultura del siglo XVI, más
exactamente entre 1501 y 1504. Fue creada por el gran artista Miguel Ángel de
un único bloque de mármol, que fue apodado como "el gigante" debido a
su tamaño.
Me interesé hace
tiempo por la historia que esta escultura traía detrás. No sólo por su técnica,
que sin duda es impecable y que mencionaré más adelante, sino también por la
razón que llevó a Miguel Ángel a esculpir esta gran obra en la época en la que
el Papa Julio II le había encargado La Piedad para el Vaticano. Descubrí que el
deseo de Miguel Ángel de aceptar este encargo se encontraba sobre la ardiente
necesidad de crear una obra para su ciudad de nacimiento, Capresse, ciudad
dentro de la provincia Arezzo de la Toscana.
El
mármol no se hallaba en perfecto estado, debido a que había sido previamente
manipulado por otros escultores que habían intentado conseguir una gran
escultura que decorarían los contrafuertes externos del ábside de Santa María
del Fiore. Se buscaba conseguir doce esculturas que representasen imágenes del
Antiguo Testamento que pudiesen colocarse en este lugar. Pero aunque fue
tallada con este fin, se decidió que finalmente presidiría la Piazza della Signoria, pasando a ser una obra civil. Fue descubierta en
Florencia en 1504, momento a partir del cual fue admirada por todos.
Una de las
características distintivas de esta obra es que fue diseñada para que pudiese
ser vista desde cualquier punto y en cualquier ángulo. La belleza se admira no
sólo de frente sino también desde cualquiera de sus lados. No se creó un boceto
en yeso a tamaño real antes de empezar sobre el mármol, Miguel Ángel no
necesitó más que un boceto para poder esculpirla. Se fue guiando por las
imperfecciones del mármol, llegando incluso a tener que apoyar todo el peso del
cuerpo en la pierna derecha del David.
Algunos opinan que
se trata del momento previo a la batalla entre el rey David y el Gigante
Goliat, ya que el cuerpo del gigante no se encuentra en la escena. Aunque esta
es la opinión mayoritaria, otros creen que en la escultura David celebra
pacíficamente su victoria.
Sea cual fuere la
escena representada, no cabe la menor duda de que la increible precisión de
cada uno de los detalles de esta obra hacen que se convierta en una de las más
importantes esculturas de la historia. Gracias, maestro Miguel Ángel, por su
talento.
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